Un millón de las 8 millones de especies del planeta Tierra están en peligro de extinción por culpa del ser humano. Así lo han advertido un 145 científicos de 50 países que han trabajado durante años para elaborar el informe de la Plataforma Intergubernamental sobre la Biodiversidad y los Servicios Ecosistémicos (IPBES) de la ONU, y que ha sido presentado hoy en París. Este informe supone la evaluación más completa jamás hecha sobre la pérdida global de la naturaleza en nuestro planeta.

Lo resultados son catastróficos. Según las conclusiones de este grupo de científicos, la extinción de animales y plantas se está produciendo a un ritmo sin precedentes en la historia, ya que la tasa de desaparición de dichas especies es decenas o incluso centenas de veces más alta que el promedio en los últimos 10 millones de años.

Si la tendencia sigue en esas tasas, el ritmo se acelerará, algo que podrá en peligro, de forma inevitable, a la propia humanidad.

"La salud de los ecosistemas de la que dependen el resto de especies se está deteriorando más rápidamente que nunca. Estamos erosionando los cimientos de la economía, la seguridad alimentaria, la salud y la calidad de vida en todo el mundo", ha dicho Robert Watson, presidente de IPBES.

"Los ecosistemas, las especies, las poblaciones silvestres, las variedades locales y las razas de plantas y animales domésticos se están reduciendo, deteriorando o desapareciendo. La red esencial e interconectada de la vida en la Tierra se está haciendo cada vez más pequeña", ha sentenciado Josef Settele, uno de los codirectores de dicho informe.

Los números son demoledores y desalentadores: el 75% del medio ambiente de la Tierra está gravemente afectado por la actividad humana, mientras que en el caso del medio marino la afectación es el 66%. La cantidad promedio de especies terrestres ha bajado un 20% en los principales hábitats desde el año 1900. Los anfibios son los más afectados, con un descenso de más de un 40%, mientras que casi un tercio de los arrecifes coralinos y más de un tercio de los mamíferos marinos están en seria amenaza. En el caso de los insectos, un 10% está en claro peligro de extinción.

¿Hay esperanza o vamos a seguir cargándonos el planeta hasta la derrota final? Según estos expertos, sí hay motivos para mantener cierto optimismo: "Ya hemos visto los primeros movimientos, acciones e iniciativas para conseguir un cambio transformador. Desde los jóvenes detrás del movimiento #VoiceforthePlanet, hasta huelgas escolares por el clima, hay una corriente de comprensión acerca de la necesidad de una acción urgente si queremos asegurar algo parecido a un futuro sostenible. Este informe ofrece la mejor evidencia pericial para ayudar a tomar con base las decisiones políticas necesarias", dice Robert Watson.