Según un artículo publicado en el sitio español que.es, un estudio, realizado por expertos de las universidades de Standford, Autónoma de México y Florida, que fue publicado recientemente en la revista Science Advances, afirma que el mundo podría estar entrando en la sexta extinción masiva. Y aunque sea de una manera muy lenta, es inevitable.
La última extinción masiva que experimentó el planeta acabó con los dinosaurios y ahora las tasas de extinción han llegado a niveles sin precedentes desde la desaparición de los grandes reptiles prehistóricos.
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Uno de los autores del estudio, Paul Ehrlich, profesor del Standford Woods Institute for the Environment, afirma que el mundo perderá, en tres generaciones, muchos de los beneficios de la biodiversidad que existen hoy en día.
Después de ver los resultados, se hace un llamado a tomar medidas rápidas para conservar las especies amenazadas, sus poblaciones y sus hábitas, advirtiendo que la oportunidad para salvarlas se está cerrando con rapidez, según cuenta elconfidential.com.
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Los científicos coinciden en que las tasas de extinción ha llegado a niveles sin precedentes desde la desaparición de los dinosaurios. El estudio indica que las especies de nuestro planeta están desapareciendo unas cien veces más rápido de lo que sería normal en un periodo entre extinciones masivas.
Lo que ha alterado y destruido los hábitats naturales son el crecimiento constante de la población humana, el consumo per cápita y la desigualdad económica. Mientras que la lista de agresiones contra el planeta es larga, se resaltan el desbroce de tierras para la agricultura, la explotación forestal, la introducción de especies invasoras, las emisiones de CO2, que llevan al cambio climático y la acidificación de los océanos, las toxinas que alteran y envenenan los ecosistemas.
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Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, en la actualidad, el fantasma de la extinción se cierne sobre el 41% de las especies anfibias y el 26% de las especies mamíferas.
Los estudios señalan que para evitar una sexta extinción masiva se requerirá de grandes, rápidos e intensos esfuerzos para conservar las especies amenazadas y aliviar la presión sobre sus poblaciones, especialmente previniendo la pérdida de su hábitat, la sobreexplotación con fines económicos y el cambio climático.